El pinochetazo del siglo XXI
Juan Almendares
Mientras algunos organismos internacionales y gobiernos discuten si lo que ocurre en Honduras es un golpe militar desde la hueca formalidad del “rule of law” o del Estado de Derecho, la verdad es que no existe el respeto mínimo a la ley ni a los derechos humanos.
El régimen de facto fascista bendecido por la jerarquía religiosa, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos y la clase poderosa y parasitaria del Estado, siguiendo la ideología de Mussolini y Hitler, lanza desde aviones centenares de bombas lacrimógenas y de gas picante contra la Embajada de Brasil irrespetando la vida del Presidente Zelaya y su familia, del cuerpo diplomático y agreden con balas, garrotazos y bombas a la Resistencia contra el golpe militar que sigue los principios de Gandhi y Martin Luther King.
Existe el Estado de sitio permanente. No se permite a las organizaciones de derechos humanos ni a los médicos atender a los torturados y heridos. Se ha lanzado una bomba lacrimógena en las oficinas de COFADEH. Los heridos y prisioneros son ubicados en el Estado Nacional en igual forma que lo hizo Pinochet.
La población no puede salir a las calles y el país se ha convertido en la cárcel más grande del mundo donde prevalece la impunidad y los crímenes de lesa humanidad.
Los niños, niñas y enfermos desnutridos de los hospitales dado el Estado de sitio y el toque de queda que es toque de muerte, no reciben alimentos y se están muriendo de hipoglucemia (niveles sanguíneos bajos de azúcar); puesto que al no tener reservas calóricas tienen alto riesgo de morir; que es una de las características del síndrome de desgaste o debilitamiento crónico.
La persistencia de las acciones brutales de este régimen se debe al apoyo del Pentágono y la extrema derecha internacional.
La estrategia es producir el “Síndrome de Debilitamiento o Desgaste Crónico” mediante la guerra irregular, la tortura, el terror; silenciar y reprimir los medios de comunicación contrarios al régimen y el plan es aniquilar a la Resistencia.
Dado que la Cruz Roja local brilla por su ausencia o se le impide actuar; se demanda en forma emergente el envío de misiones de la Cruz Roja Internacional; porque se trata de un Estado de guerra contra la población civil indefensa.
Ayuno, movilizaciones internacionales, presiones al Gobierno de Estados Unidos para que declare que existe un Golpe Militar en Honduras y que suspenda todas las relaciones comerciales y desmantele las bases militares que ocupan nuestro territorio nacional ya que son uno de los indicadores más evidentes del involucramiento de la política militar en el golpe de Estado.
Se debe tener claro que el Golpe también es el negocio multimillonario más grande del siglo, porque es el plan de guerra contra los pueblos de América Latina.
La lucha no violenta de la Resistencia contra el Golpe militar continúa y no podrá ser vencida por la violencia golpista, ni siquiera por el pinochetazo del siglo XXI.
Tegucigalpa 21 de septiembre 2009
Juan Almendares
Mientras algunos organismos internacionales y gobiernos discuten si lo que ocurre en Honduras es un golpe militar desde la hueca formalidad del “rule of law” o del Estado de Derecho, la verdad es que no existe el respeto mínimo a la ley ni a los derechos humanos.
El régimen de facto fascista bendecido por la jerarquía religiosa, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos y la clase poderosa y parasitaria del Estado, siguiendo la ideología de Mussolini y Hitler, lanza desde aviones centenares de bombas lacrimógenas y de gas picante contra la Embajada de Brasil irrespetando la vida del Presidente Zelaya y su familia, del cuerpo diplomático y agreden con balas, garrotazos y bombas a la Resistencia contra el golpe militar que sigue los principios de Gandhi y Martin Luther King.
Existe el Estado de sitio permanente. No se permite a las organizaciones de derechos humanos ni a los médicos atender a los torturados y heridos. Se ha lanzado una bomba lacrimógena en las oficinas de COFADEH. Los heridos y prisioneros son ubicados en el Estado Nacional en igual forma que lo hizo Pinochet.
La población no puede salir a las calles y el país se ha convertido en la cárcel más grande del mundo donde prevalece la impunidad y los crímenes de lesa humanidad.
Los niños, niñas y enfermos desnutridos de los hospitales dado el Estado de sitio y el toque de queda que es toque de muerte, no reciben alimentos y se están muriendo de hipoglucemia (niveles sanguíneos bajos de azúcar); puesto que al no tener reservas calóricas tienen alto riesgo de morir; que es una de las características del síndrome de desgaste o debilitamiento crónico.
La persistencia de las acciones brutales de este régimen se debe al apoyo del Pentágono y la extrema derecha internacional.
La estrategia es producir el “Síndrome de Debilitamiento o Desgaste Crónico” mediante la guerra irregular, la tortura, el terror; silenciar y reprimir los medios de comunicación contrarios al régimen y el plan es aniquilar a la Resistencia.
Dado que la Cruz Roja local brilla por su ausencia o se le impide actuar; se demanda en forma emergente el envío de misiones de la Cruz Roja Internacional; porque se trata de un Estado de guerra contra la población civil indefensa.
Ayuno, movilizaciones internacionales, presiones al Gobierno de Estados Unidos para que declare que existe un Golpe Militar en Honduras y que suspenda todas las relaciones comerciales y desmantele las bases militares que ocupan nuestro territorio nacional ya que son uno de los indicadores más evidentes del involucramiento de la política militar en el golpe de Estado.
Se debe tener claro que el Golpe también es el negocio multimillonario más grande del siglo, porque es el plan de guerra contra los pueblos de América Latina.
La lucha no violenta de la Resistencia contra el Golpe militar continúa y no podrá ser vencida por la violencia golpista, ni siquiera por el pinochetazo del siglo XXI.
Tegucigalpa 21 de septiembre 2009
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