Apenas he leído un par de sus relatos: "Brief Interviews With Hideous Men", "The Depressed Person", y algunos fragmentos de La broma infinita, y quizás es suficiente para reconocer la fuerza narrativa de David Foster Wallace. Pero quien sí ha examinado con detenimiento su obra es Rodrigo Fresán, y en el último número de Letras Libres nos regala un perfil del malogrado narrador, a quien muchos otorgaban el rango de mejor estilista y escritor satírico de su generación, junto al otro francotirador por excelencia de la literatura estadunidense contemporánea: Bret Easton Ellis. Lo cierto es que ahora nuestra labor como lectores deberá acentuar su agudeza, para reconocer en los textos de DFW las huellas de Salinger y Vonnegut y, sobre todo, para evadir como a la peste bubónica la andanada mediática que ya anuncia Fresán, donde se espera una proliferación de sites de internet dedicados a descodificar La broma infinita junto a empobrecedoras “guías de lectura” de simplificador acento, donde lo más probable es que intenten obviar el ars poetica que el mismo Foster Wallace revelara en una entrevista: “Yo tuve un profesor que me caía muy bien y que aseguraba que la tarea de la buena escritura era la de darle calma a los perturbados y perturbar a los que están calmados.”
Y para que calmos y perturbados conozcan algo más sobre DFW sugerimos hacer un click aquí que les llevará directo a la nota elaborada por Fresán.
Y para que calmos y perturbados conozcan algo más sobre DFW sugerimos hacer un click aquí que les llevará directo a la nota elaborada por Fresán.
1 comentario:
O sea, no nos dejo una muestra para los que no lo conocemos, qué barbaridad!
O (en buen español) linkee los relatos por favor.
Maestro, gracias, !
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