sábado, noviembre 20, 2010
Escribir la Vida, según el Viejo Indecente
sábado, noviembre 13, 2010
DFW y la magia de la lectura
La literatura según Murakami
Aira: La literatura, los jóvenes y el oficio
Hay un reflujo respecto de lo que fueron mis años juveniles, los sesenta, los setenta, donde era casi obligatorio para un joven ser algo de ruptura, algo nuevo, algo distinto. Hoy día puede ser que haya más convencionalismo, resignación a hacer lo que quieren las editoriales, que tienen la obligación de seguir publicando libros para mantener en marcha su máquina y hay gente que les da ese material. A mí me parece que ya hay suficientes libros buenos en todas las bibliotecas como para seguir escribiendo novelas iguales a las que ya hay, por buenas que sean. Por bien hechas que estén, son más libros. Nuestra misión, para darle un nombre un poco más místico, es hacer algo nuevo, algo distinto, y de eso hay poca gente que se ocupe.
domingo, noviembre 07, 2010
La vida y la literatura, según Auster
“Cuando yo tenía su edad, esperaba seguir un camino similar al que mi sobrino había escogido. Como él, en la facultad habia cursado la especialidad de inglés, con la secreta ambición de seguir estudiando literatura o quizá probar suerte con el periodismo, pero me faltó valor para hacer alguna de las dos cosas. La vida se metió por medio –dos años en el ejército, trabajo, matrimonio, responsabilidades familiares, necesidad de ganar cada vez más dinero, toda esa cagada que nos deja empantanados cuando no tenemos los cojones de luchar por lo que queremos- pero nunca perdí el interés por los libros. Leer era mi válvula de escape, mi desahogo y mi consuelo, mi estimulante preferido: leer por puro placer, por la hermosa quietud que te envuelve cuando resuenan en la cabeza las palabras de un autor.”
Paul Auster, Brooklyn Follies. p. 21.